Un personaje “importante”, un consejero, se ha atrevido a cuestionar los resultados de un trabajo científico; sin habérselo leído. Nos referimos al Consejero de educación de la Comunidad de Madrid Enrique Ossorio. No ha recibido una condena unánime de su partido, si bien sí críticas de todo el resto -como no puede ser menos-. La cuestión es, sin embargo, de tal gravedad, que lo curioso es que no se pidiera su dimisión en bloque o algo incluso más contundente. Ya antes y frente a un informe también de Cáritas, otro ilustre, Montoro, hizo lo mismo; va camino de convertirse en
Sigue leyendo