A lo largo de estos últimos años seguramente todas y todos habremos escuchado que la crisis es una oportunidad. No se me ocurre cómo esto puede tener sentido, si es una crisis, no es una oportunidad, pero he escuchado que se repetía como un mantra.
Entiendo el significado oculto, como todos y todas, consiste en pensar que si eres listo puedes sacar provecho de la crisis. De cualquier situación horrible alguien puede sacar beneficios, vale, pero no cambia que la situación siga siendo horrible y que los menos listos no podrán obtener ese beneficio.
Ser listo requiere muchos matices. Si ser listo significa aprovecharse de los demás, no es necesario esperar a una crisis, incluso podemos pensar que a las crisis se suele llegar porque mucha gente hizo precisamente eso.
Si ser listo significa buscar y encontrar oportunidades, tampoco se entiende que sea necesario esperar a una crisis, por lógica, en momentos mejores, las oportunidades son más.
Si lo que significa en el fondo es hacer la guerra por tu cuenta buscando lucrarte, vuelve a no ser necesaria la crisis, pero además y como comportamiento en periodo de crisis puede resultar, pero posiblemente sólo a corto plazo, si el resto no sale de la misma, pocas posibilidades existen de mantener altas las expectativas de lucro.
Para algunos ser listo puede significar innovar. Precioso, siempre alguien nos recuerda que en los periodos de guerra es cuando mayores innovaciones armamentísticas se han producido; halagüeño y tranquilizador, sin duda el mejor ejemplo. Porque tenemos que esperar a las crisis para innovar es también por lo que estas se producen, si no somos capaces de mantener una tensión constante en innovación, las crisis y la historia serán cíclicas como a muchos les gusta pensar y jugar así a ser adivinos. Pero innovación es una palabra muy gruesa, hablemos de cambio. Culturalmente parece que estamos acostumbrados a introducir cambios sólo cuando se ha forzado una crisis. Esto resulta de lo más ridículo, pero si pensamos en cuestiones cotidianas veremos que es un comportamiento estable. La política es un vivero de ejemplos.
Una idea tan sencilla ha podido hacer mucho daño. Cada cual pensando cómo aprovecharse de la crisis es posible que nos haya ya costado caro. Y eso que a nada que lo pienses es una idea falsa.