Desayunando

Desayunando, unas señoras se convencían entre ellas de que lo de Rubiales no era para tanto. Había que despedirlo, pero por todo lo anterior, no por un beso que se veía era consentido. Se trata de una operación para que no se hable de los pactos con el independentismo. Al día siguiente dos mujeres más asesinadas. Me cuesta ver que tanta gente no encuentre relación.

Sigue leyendo