En diciembre de 2018 se publicaron unas imágenes grabadas en un móvil en las que se veía cómo se desalojaba a una mujer con su hijo pequeño de un autobús en la ciudad de Móstoles. Se dieron a conocer porque se consideraron racismo, y una cadena de televisión estatal se hizo también eco. A diferencia de otras ocasiones similares, en este caso no se escucha a nadie mandar a nadie a su país, ni insultar por el color de la piel, ni otras cuestiones que habitualmente se relacionan rápido con el racismo o la xenofobia. Por ello, e inmediatamente después
Sigue leyendo