Es fácil imaginar que, tras el apagón, surgirán de nuevo los pesados y pesadas de la nacionalización de sectores estratégicos. El gobierno del PSOE ya ha dejado claro que eso no ocurrirá, no hay discusión. No se responderá entonces a preguntas como: ¿Por qué la distribución de la electricidad está en manos de una empresa privada y no del estado siendo la empresa un monopolio?
No hay que precipitarse, no están claras las causas del apagón, es necesario esperar a concluir una investigación que durará meses y evitar los bulos. Parece razonable pero, en serio, cuánto tiempo es necesario. Si es comprensible, hay mucho dinero en juego para las aseguradoras y que determinados debates no interesen y sea mejor dejar enfriar el asunto. Todavía seguimos esperando la investigación sobre la pandemia que desde el mismo gobierno se comprometió. No nos queda otra que tener paciencia.
Pero la pregunta sigue siendo válida. Aunque la codicia de la empresa monopolio o de las pocas que producen y distribuyen electricidad con grandes beneficios, no tuvieran nada que ver ¿por qué es mejor que la red la gestione una empresa privada a que lo haga el estado? No ya, pero por ley el estado tiene la mayor participación en esa empresa, al resto, Amancio o BlackRock, solo se les permite tener un máximo muy mínimo de participación. Estupendo, bien pensado, pero en qué nos beneficia o por qué es mejor ese monopolio privado en cuya dirección -eso sí- se puede poner -circunstancialmente- a una ex ministra de vivienda y registradora de la propiedad del PSOE. Joder, que todos y todas podemos entender que la dirección de una empresa requiere unas cualidades muy distintas a las del conocimiento técnico especializado en la materia que trata esa empresa, lo vemos cada día en nuestros curros o, por ejemplo, en las presidencias de los gobiernos de países por todo el mundo a las que llega democráticamente cualquier mal empresario, pero la respuesta a la pregunta seguirá sin abordarse porque ni se permite la pregunta. Esperaremos.