La libertad no está relacionada con la seguridad

El mismo día que cansinamente, los tertulianos volvían a debatir sobre seguridad o libertad, El País publicaba esta noticia que nos muestra como “La ley mordaza ‘recauda’ 13,5 millones en multas por desplantes a la policía”.

Es un debate completamente falso, desde el primer día y cada atentado. No existe un término en una ecuación tal que digamos bienestar=seguridad-libertad; llamémosle X, no bienestar, tal vez democracia o inventemos un término nuevo. No es una ecuación donde la libertad o la seguridad estén en función la una de la otra y a más de una menos de otra o viceversa. No es un juego de suma cero, es ese un planteamiento de lo más simplificador.

Resulta ridículo pensar que ofreciendo tu libertad a otro tendrás más seguridad, sobre todo si no están relacionadas. Menos aún cuando simplemente te quitan libertades sólo a cambio de unas tertulias en las que se habla de ello, a toro pasado, cuando ya te las han quitado.

Y es ridículo porque sólo tenemos que imaginar cualquier circunstancia en la que otro tiene todo el poder sobre ti ¿qué ocurre? ¿lo usa para protegerte? Pues no se me ocurre ningún ejemplo en el que ello sea cierto, simplemente no pasa.

Todo poder quiere más, toda persona que se acostumbra a que obedezcan sus deseos quiere más, es consustancial al ser humano y así lo demuestra la historia. ¿Por qué habrías de pensar que sin libertad algunos hombres o mujeres excepcionales, reflexionados, la gestionarían en nuestra defensa? Es tentar a la suerte, con escasas posibilidades de éxito.

Por otro lado ¿qué tiene la seguridad que sea necesario ceder libertad? Tal planteamiento cuanto menos denota falta de imaginación en el mundo de la inteligencia en el que supuestamente vivimos. Porque es una trampa y es mentira. Te lo dirá cualquier experto en seguridad, la mejor es la que no se nota, el resto son medidas de control social dirigidas a las víctimas más que a los agresores. Tenemos que convencer a las víctimas de que están seguras (de paso que nos voten) y por eso ponemos medidas muy visibles, es por su bien -te cuentan-, para que estén tranquilos, aunque la amenaza, tal como hemos visto, no se controle de esa forma.

Alguien siempre presto argumenta que no le importa que le quiten libertades, que no tiene nada que esconder y que lo prefiere a que un día por la calle le claven un cuchillo o exploten una bomba. Pero claro que esto es una memez, si el 100% no somos terroristas y sólo unos cuantos individuos está dispuestos a atentar, en realidad todos podríamos decir que no tenemos nada que ocultar, que nos cacheen, registren, lean nuestros correos o vean nuestros mensajes; no están vinculados al terrorismo. Y ¿por qué hacerlo entonces para pillar a ese puñado de personas? No tiene mucha lógica y poco que ver con la seguridad.

Hagamos, sugiero, lo que dice alguna teoría cuando nos enfrentamos a la incertidumbre, introducimos más incertidumbre para controlarla. Apostemos por ampliar las libertades; frente al terrorismo, más libertad. Cada atentado, ampliación de las libertades individuales. ¿Qué pasaría entonces? ¿qué sentido tendría el terrorismo?

Para empezar serían detectados antes porque los terroristas no sabrían qué hacer con su libertad si la tuvieran. Si la reacción que buscan atentando es precisamente limitar las libertades de sus víctimas, -porque no buscan aumentar la seguridad- para que se parezcan más ellos mismos, por qué lo hacemos. Entiendo que suena utópico, buenista y ridículo. Es difícil imaginar que un gobierno que quiera ser elegido de nuevo diga que para combatir el terrorismo pretende promover mayor libertad entre sus ciudadanos en vez de quitársela. Aunque no sé muy bien por qué nos suena tan ridículo. Ni qué tiene que ver con la seguridad.

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