Precioso

La ministra de defensa ha tenido que remarcar el compromiso incondicional de España con la OTAN, por si acaso alguien lo dudaba y ante la negativa de subir el gasto militar al 5% tal como ahora pide Trump. Buena señal tal vez, ojalá significara que han escuchado las voces que con fuerza creciente cuestionan nuestra pertenencia a ese exquisito club. Puede que incluso en su fuero interno tenga las mismas dudas, nunca lo sabremos. Algo de movimiento parece que existe porque también los analistas que se consideran más progres se están manifestando en contra; deben pensar que el 2% estaba bien, era justo y necesario, pero el 5 es pasarse.

Me pareció, no obstante, detectar en alguno de esos analistas que otro argumento para oponerse es que la industria europea de armas todavía no está lista para absorber tanta demanda y que, por lo tanto, ese dinero irá a EE.UU que es, precisamente, la jugada de su idiota presidente. Es decir y primero, asumen que el mundo debe seguir la senda de armarse hasta los dientes. Segundo, que EE.UU no es un socio fiable pero es el que tenemos, mejor estar de su lado como indica la ministra.

A las pocas horas de toda esta cháchara EE.UU ya estaba atacando Irán. Lo justifican por el desarrollo de armas nucleares de aquel país. Por lo menos llevamos 20 años con este tema, no importan las conversaciones, ni los informes que niegan que Irán haya pasado su capacidad nuclear a armamento. No importa, justo en este momento se ataca sus instalaciones violando cualquier tratado y la más simple lógica. Lo hacen porque pueden y porque han empleado tiempo y recursos en desarrollar unos pepinos y sus contenedores aéreos a los que no se les resiste nada, ni lo que esté muy enterrado bajo una montaña. Lo siguiente en capacidad ya son las propias armas nucleares que no en vano le quieren negar a Irán o las químicas o las bactereológicas o cualquier otra barbaridad que seguro que no pocos cafres ya han pensado. Es evidente que un país así nunca dejará que desarrolles tus propias armas, antes de que lo hicieras te borraría del mapa aunque no seas Irán y hayas sido su perrito faldero. Pero tampoco dejaría que desarrollaras sistemas defensivos, la cosa dejaría de tener su gracia. De eso van las armas. Son para usarlas. Siempre encontrarás una excusa.

Todos y todas entendemos este juego de la amenaza, la violencia y el poder, solo hace falta retirar las contenciones a eso que llaman la parte reptiliana de tu cerebro y lo ves con claridad. España, seguramente, acabará poniendo el 5% de su PIB en armas, de forma más o menos disimulada y con el tiempo. No se saldrá de la OTAN y acabaremos en alguna guerra.

Está bien si es lo que queremos. Seguir los pasos de un idiota redomado que en la rueda de prensa de 4 minutos tras el ataque saca a Dios y sus bendiciones a colación y amenaza con la destrucción total si hubiera represalias. Desde su administración, las supuestas mentes brillantes que han urdido la hazaña, ensalzan en cada frase a su líder supremo como la única persona audaz en la Tierra mientras, con sus dos huevos morenos, repiten que no están en guerra con Irán sino con sus armas nucleares. Se nos está quedando un día precioso.