Como toda la vida

Esta imagen publicada en un Twitt resume muy bien una de las actuales formas que adopta el racismo. En concreto se trata de palabras de la Presidenta de la Comunidad de Madrid. En primer lugar, intentar usar una expresión que popularmente se utiliza como desprecio, a modo de cercanía cariñosa porque esas personas son hermanas, las queremos y la prueba es que nuestra ciudad/región acoge. Ya hemos visto antes en políticos de todo signo, intentar enfrentar algún caso del racismo más rancio con que la región entera no es eso, no es racista. Pero, por último, se le escapa a la señora presidenta culpar a la inmigración del COVID.

La lógica discursiva puede ser: Madrid acoge, Madrid no es racista, pero las personas migrantes tienen la culpa de COVID en Madrid. Intentar ocultar o minimizar el racismo bajo las bondades imaginadas o reales de una zona administrativa es una de las últimas caras del racismo de las élites, de los dueños de los micrófonos. Dado que cada día toca lanzar un mensajito, con peor o mejor fortuna, pero por separado, para algunos receptores de las ideas puede pasar desapercibido el racismo latente, pero en conjunto se nota más: que esta gente a la que se lo damos todo y tratamos bien, lo que hacen a cambio es no observar nuestros códigos e infectarnos. El racismo de toda la vida tomando formas distintas, como toda la vida.