Esta semana he descubierto que hay gente muy divertida que considera que los elevados sueldos de algunos directivos no es algo sobre lo que se pueda debatir. Se puede de muchas otras cosas, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, los derechos de las personas trans, la igualdad… pero del sueldo de esta gente no. Entienden perfectamente que sea posible regular cualquier aspecto que consideren sobre la vida de los demás, pero no se puede siquiera mencionar los sueldos de los que ganan mucho. Estos son una cosa privada, íntima, entre los accionistas y los directivos o directamente
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